jueves, 25 de mayo de 2017

Autocrítica

    “La meta del viaje, la liberación definitiva, depende por entero del proletariado, de si éste aprende de sus propios errores. La autocrítica, la crítica cruel e implacable que va hasta la raíz del mal, es vida y aliento para el proletariado. La catástrofe a la que el mundo ha arrojado al proletariado socialista [nota del ERL: Alemania, 1914; traición de la dirección socialdemócrata] es una desgracia sin precedentes para la humanidad. Pero el socialismo está perdido únicamente si el proletariado es incapaz de medir la envergadura de la catástrofe y se niega a comprender sus lecciones."
    (...) "Pero la socialdemocracia alemana no era solamente el organismo más fuerte de la Internacional. Era también su cerebro pensante. Por eso, el proceso de autoanálisis y apreciación debe comenzar en su propio movimiento, en su propio caso. Su honor la obliga a encabezar la lucha por el rescate del socialismo internacional, a iniciar la crítica implacable de sus propios errores.
    Ningún otro partido, ninguna otra clase en la sociedad capitalista puede atreverse a reflejar sus errores, sus propias debilidades en el espejo de la razón para que todo el mundo los vea, porque el espejo reflejaría la suerte que la historia le tiene reservada. La clase obrera siempre puede mirar la verdad cara a cara, aunque esto signifique la más tremenda autoacusación, porque su debilidad no fue sino un error, y las leyes inexorables de la historia le dan fuerzas y aseguran su victoria final.
    Esta crítica implacable no sólo es una necesidad fundamental, sino también uno de los máximos deberes de la clase obrera. (...)

[R.L.: El folleto Junius. La crisis de la socialdemocracia alemana, 1915-16.]

No hay comentarios:

Publicar un comentario